Este síndrome hace
referencia a un conjunto de síntomas y signos que se relacionan con
una alteración del nervio mediano a su paso por el canal del carpo,
en la muñeca.
El nervio mediano
está formado por fibras nerviosas que se encargan de llevar al
cerebro información sobre la sensibilidad de gran parte de la mano.
También transmite la información motriz del cerebro para contraer
varios músculos implicados en movimientos de la muñeca y de la
mano. Es el nervio que nos permite realizar el movimiento de pinza
del pulgar frente al resto de los dedos.
El canal carpiano
está delimitado por los huesos del carpo, en la muñeca, que
configuran un semicanal en forma de U, cerrado por un ligamento. Por
este canal, transcurren el nervio mediano y nueve tendones flexores
de los dedos.
Cualquier proceso
que engrose las estructuras relacionadas con el canal del carpo puede
provocar un compromiso de espacio que comprimirá al nervio mediano,
alterando su función.
De forma
característica, un paciente con síndrome del túnel carpiano nota
hormigueo en la mano, dolor en la muñeca y cierta
sensación de torpeza en la manipulación de objetos finos. Los
síntomas empeoran durante el descanso, cuando no se está realizando
ninguna actividad.
Este síndrome es
más frecuente en mujeres de mediana edad. Aunque la causa es
multifactorial, se supone que hay un factor predominante
constitucional y hormonal.
Si bien existen
casos de evolución rápida, lo habitual es que la progresión de
este síndrome sea lento, con periodos de remisión y de recurrencia,
con lento empeoramiento de la sensibilidad y de la habilidad en el
manejo de los dedos, sobre todo para tareas finas, como por ejemplo
coser.
El diagnóstico, de
entrada, lo realiza el médico por los datos clínicos y la
exploración física. Buscará las posibles causas del síndrome del
túnel carpiano, para intentar eliminarlas. Un caso especial es el
embarazo. Más de la mitad de las mujeres gestantes presentan un
síndrome del túnel carpiano; casi siempre se resuelve después del
parto, por lo que no es habitual tomar medidas drásticas durante
este periodo.
El tratamiento
conservador puede consistir, según cada caso clínico, en el uso de
una férula rígida de uso nocturno, antiinflamatorios,
rehabilitación...
En algunos casos, se
pueden plantear dudas diagnósticas. El síndrome puede ser tan
intenso que el dolor se extiende hasta el hombro. Esto puede hacer
que confundamos el síndrome del túnel carpiano con una
radiculopatía cervical. En otros casos, pueden coexistir ambos
problemas: en región cervical y en el carpo. De forma más
infrecuente, puede confundirse con alteraciones del nervio en otras
localizaciones de su recorrido, o puede ser la manifestación de
otras enfermedades más extensas.
Cuando tenemos dudas
diagnósticas y cuando queremos confirmar el diagnóstico y su
intensidad, sobre todo si nos planteamos tratamiento quirúrgico, es
necesario realizar un estudio de conducción nerviosa o
electroneurografía. Comprobamos que hay una alteración en la
conducción del nervio mediano a su paso por el canal del carpo.
Excluimos que estén afectados otros nervios. Si se plantea la
posibilidad de una radiculopatía cervical, se realiza un estudio
electromiográfico.
Cuando la alteración
del nervio es intensa, deberemos plantearnos la liberación
quirúrgica del nervio. Si la afección está muy avanzada y la
lesión del nervio es muy intensa, la recuperación puede ser
incompleta.
Foto:
De BruceBlaus. When using this image in external sources it can be cited as:Blausen.com staff (2014). "Medical gallery of Blausen Medical 2014". WikiJournal of Medicine 1 (2). DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 2002-4436.De la traducción: Ortisa - Commons:File:Carpal Tunnel Syndrome.png, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=45892910