Neurofisiología A.F.Lastra

Temas de Neurofisiología clínica

viernes, 28 de diciembre de 2018

Síndrome del túnel carpiano

Síndrome del túnel carpiano
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Este síndrome hace referencia a un conjunto de síntomas y signos que se relacionan con una alteración del nervio mediano a su paso por el canal del carpo, en la muñeca.



El nervio mediano está formado por fibras nerviosas que se encargan de llevar al cerebro información sobre la sensibilidad de gran parte de la mano. También transmite la información motriz del cerebro para contraer varios músculos implicados en movimientos de la muñeca y de la mano. Es el nervio que nos permite realizar el movimiento de pinza del pulgar frente al resto de los dedos.

El canal carpiano está delimitado por los huesos del carpo, en la muñeca, que configuran un semicanal en forma de U, cerrado por un ligamento. Por este canal, transcurren el nervio mediano y nueve tendones flexores de los dedos.

Cualquier proceso que engrose las estructuras relacionadas con el canal del carpo puede provocar un compromiso de espacio que comprimirá al nervio mediano, alterando su función.

De forma característica, un paciente con síndrome del túnel carpiano nota hormigueo en la mano, dolor en la muñeca y cierta sensación de torpeza en la manipulación de objetos finos. Los síntomas empeoran durante el descanso, cuando no se está realizando ninguna actividad.

Este síndrome es más frecuente en mujeres de mediana edad. Aunque la causa es multifactorial, se supone que hay un factor predominante constitucional y hormonal.

Si bien existen casos de evolución rápida, lo habitual es que la progresión de este síndrome sea lento, con periodos de remisión y de recurrencia, con lento empeoramiento de la sensibilidad y de la habilidad en el manejo de los dedos, sobre todo para tareas finas, como por ejemplo coser.

El diagnóstico, de entrada, lo realiza el médico por los datos clínicos y la exploración física. Buscará las posibles causas del síndrome del túnel carpiano, para intentar eliminarlas. Un caso especial es el embarazo. Más de la mitad de las mujeres gestantes presentan un síndrome del túnel carpiano; casi siempre se resuelve después del parto, por lo que no es habitual tomar medidas drásticas durante este periodo.

El tratamiento conservador puede consistir, según cada caso clínico, en el uso de una férula rígida de uso nocturno, antiinflamatorios, rehabilitación...

En algunos casos, se pueden plantear dudas diagnósticas. El síndrome puede ser tan intenso que el dolor se extiende hasta el hombro. Esto puede hacer que confundamos el síndrome del túnel carpiano con una radiculopatía cervical. En otros casos, pueden coexistir ambos problemas: en región cervical y en el carpo. De forma más infrecuente, puede confundirse con alteraciones del nervio en otras localizaciones de su recorrido, o puede ser la manifestación de otras enfermedades más extensas.

Cuando tenemos dudas diagnósticas y cuando queremos confirmar el diagnóstico y su intensidad, sobre todo si nos planteamos tratamiento quirúrgico, es necesario realizar un estudio de conducción nerviosa o electroneurografía. Comprobamos que hay una alteración en la conducción del nervio mediano a su paso por el canal del carpo. Excluimos que estén afectados otros nervios. Si se plantea la posibilidad de una radiculopatía cervical, se realiza un estudio electromiográfico.

Cuando la alteración del nervio es intensa, deberemos plantearnos la liberación quirúrgica del nervio. Si la afección está muy avanzada y la lesión del nervio es muy intensa, la recuperación puede ser incompleta.


Foto:
De BruceBlaus. When using this image in external sources it can be cited as:Blausen.com staff (2014). "Medical gallery of Blausen Medical 2014". WikiJournal of Medicine 1 (2). DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 2002-4436.De la traducción: Ortisa - Commons:File:Carpal Tunnel Syndrome.png, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=45892910

sábado, 22 de diciembre de 2018

Ciática

Ciática, ciatalgia, lumbociática

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Estas palabras hacen referencia a un conjunto de signos y síntomas que se localizan en el recorrido del nervio ciático.


El nervio ciático se forma a partir de raíces nerviosas de las regiones lumbar y sacra, en la parte baja de la espalda. Es un gran nervio que desciende bajo la masa muscular de los glúteos y de los músculos de la región posterior del muslo, donde se ramifica. Sus ramas son las responsables de recoger la sensibilidad de la mayor parte de la pierna y del pie. Llevan los impulsos nerviosos para la contracción de los músculos que se encargan de la mayoría de los movimientos del pie y de la flexión de la rodilla.

El protagonista de la ciática suele ser el dolor, de tipo neurálgico. De ahí que también se le dé el nombre de ciatalgia. En la mayor parte de los casos, se acompaña de dolor lumbar. Por eso es frecuente que usemos el término topográficamente más amplio de lumbociática.

La mayoría de los casos de ciática se deben a problemas en los discos intervertebrales, que son los que se encargan de articular las vértebras de nuestra columna.

- Ante una ciática, debe comprobarse que no haya factores de riesgo en los datos clínicos ni signos de lesión en la exploración física. Se instaura entonces tratamiento analgésico y antiinflamatorio. En la mayoría de estos casos se suele observar una buena evolución, hacia la mejoría progresiva.

- Si hay factores de riesgo, por ejemplo oncológico, si hay signos de lesión en la exploración física, o bien si no mejora con el tratamiento en unas pocas semanas o incluso empeora, debe buscarse la causa mediante técnicas de neuroimagen. Cuando los hallazgos de las pruebas de imagen no son concluyentes, debe realizarse una exploración electromiográfica con estudio de conducción nerviosa para intentar localizar y cuantificar la lesión.

- Con los datos aportados por las exploraciones complementarias -neuroimagen, estudio neurofisiológico-, se intentará establecer la causa y seleccionar el mejor tratamiento específico.

Foto:
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Síndrome de latigazo cervical



Síndrome de latigazo cervical

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La clasificación internacional de diagnósticos CIE-10 lo sitúa en el grupo de "Esguince y distensión de la columna cervical".

Según la Quebec Task Force, se debe a "un mecanismo de aceleración-deceleración de la transferencia de energía al cuello. Puede ser el resultado de colisiones de vehículos con motor en la parte trasera o de impacto lateral, pero también puede ocurrir durante el buceo u otros percances. El impacto puede ocasionar lesiones óseas o de partes blandas (lesión por latigazo), que a su vez pueden conducir a una variedad de manifestaciones clínicas denominadas Trastornos Asociados con el Latigazo"

Se distinguen cuatro grados:

  • Grado I: dolor de cuello, rigidez o sensibilidad únicamente en el cuello. No hay signos físicos.
  • Grado II: queja del cuello y signos musculoesqueléticos. Los signos musculoesqueléticos incluyen disminución de la amplitud de movimiento y puntos sensibles.
  • Grado III: dolor de cuello, signos musculoesqueléticos y signos neurológicos.
  • Grado IV: dolor de cuello y fractura o dislocación.

En los grados III y IV puede haber un compromiso de las raíces cervicales, que son las que forman los nervios que recogen la información sensitiva de las extremidades superiores y llevan los impulsos nerviosos para la activación de sus músculos. Cuando se sospecha una alteración en estas raíces, necesitamos objetivarla mediante electromiografía (EMG). El hallazgo de lesiones radiculares ayuda a orientar el tipo de tratamiento y la valoración de posibles secuelas.



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